PERDEDORES

Macri y López Murphy, quienes sufrieron en carne propia la volátilidad del electorado porteño, que deja herido al primero a pocos días de asumir como jefe de gobierno porteño demostrando la falta de fidelidad al proyecto político que intento afianzar con las candidaturas al senado y a la Cámara de Diputados.

Otro tandem perdedor fue el de Sobisch-Blumberg, lo que nos deja la tranquilidad de que para la gente la solución no está en las balas. Otro perdedor es el jefe del Episcopado, Mñor. Bergoglio que después de convocar a votar en contra del Gobierno durante 15 días, se encontró con que el país quería a Cristina, nos preguntamos si no es hora de que la Iglesia vuelva a ocuparse de las almas (tarea que no le esta saliendo muy bien) , que de las cosas terrenales se ocupa la política.